El mundo de Carlos se rompe en su adolescencia. Corre el año 1945 en un país del sur de Europa. Las injusticias, los abusos de poderes políticos y las desigualdades en una sociedad avasallada por militares, pudientes y terratenientes, lo empujan a incorporarse a la guerrilla de la revolución, que por aquella época se había levantado, sin mucha consistencia. Se convierte en el bandolero más famoso y buscado de las serranías del sur. Su alma se transforma, su inocencia se pierde; ya no cree en nada, todo se desmorona. Y aunque nunca pierde la fe y afronta la vida con dignidad y valentía, actuando de acuerdo con los valores que se incrustaron en su interior, sabe que tal vez nada pueda lograr.
Se refugia en la amistad, en el amor que descubre y le renueva la ilusión. Estos dos incentivos le dan alas para seguir luchando por él, por los demás…, por la libertad.