Anníbal, hijo de Amílcar, es nombrado comandante jefe del ejército cartaginés establecido en Hispania. El desprecio y la prepotencia de Roma han mantenido durante todos estos años viva la llama del odio entre los púnicos, especialmente la del joven caudillo, que no duda en reducir a cenizas la ciudad de Sagunto. Roma, ante lo que interpreta como una violación del pacto de no agresión que ambas potencias habían firmado años atrás, decide declarar la guerra de nuevo.
En medio de esta época convulsa, un joven hondero balear se ve arrastrado a luchar en las filas cartaginesas bajo las órdenes de Anníbal. Lejos de su hogar, partícipe de una guerra que cambiará para siempre la suerte de todos los pueblos del Mediterráneo, descubrirá todo el odio y el amor que es capaz de albergar el corazón de los hombres.