A menudo, donde la mayoría de los mortales solo ven grandes edificios abandonados desmembrándose con el paso del tiempo, personas como el autor de la presente obra, con la ayuda de sus facultades extrasensoriales, nos desvela el lado más desconocido de los mismos. Fernando nos intenta transmitir su visión personal del trabajo que lleva a cabo, como médium sensitivo, al
comunicarse con entidades fallecidas que perpetuamente han permanecido entre los vetustos muros de estos Gigantes de Lágrimas. Percibir sensaciones de dolor, tristeza y también algunas
de felicidad hacen aflorar en el sensitivo situaciones difíciles de afrontar, si bien, durante la llamada interfase, la mayoría de las entidades desconocen que ya no forman parte del mundo de los vivos. Acompañen al protagonista en este viaje por distintos escenarios de investigación, para tomar consciencia de una realidad desconocida y tristemente incomprendida