El año 2020 será un año recordado por toda la humanidad. Un año cruel y despiadado que se llevó a seres queridos sin su merecida despedida. Que nos apartó de nuestros allegados,
de sus besos y de sus abrazos. Y donde se instauró el vivir desde la incertidumbre. Un año que a muchos nos abrió los ojos. En mi caso, aparte de por confinarme en casa, apartándome de mis seres queridos, y hacérmelo pasar muy mal, será el año en que me topé con una sensación que nunca antes había experimentado: el miedo a morir. Y no me avergüenzo de decir que tuve miedo a la muerte. Hay un momento en la vida de todo ser humano en el que se genera un punto de inflexión. Quizás la muerte de un familiar, un accidente, una enfermedad…, pero siempre hay
un aviso. Me llamo Álex Bartos Espinosa y, en mi caso, me ha llegado con este «virus», a la edad de 42 años. Una vez que tienes ese aviso, puedes reaccionar de dos maneras. Si no te paras y te
haces alguna pregunta, por ejemplo, sobre cómo estás viviendo tu vida o si crees que ha sido mala pata el haber vivido este episodio en tu vida…, seguirás como hasta el momento. Y no hay nada malo en ello. Pero si te haces esa pregunta o similares, como «¿estoy siendo mi mejor versión en cada aspecto de mi vida?». «Si muriera hoy…, ¿cómo me recordarían mis seres queridos?». «¿Es así como deseo que me recuerden?». «Entonces, estás en conexión con tu ser más profundo y es cuando tomas conciencia de que ha llegado el momento, tu momento…, y ya nada volverá a ser como era». Si has tomado este libro, es que ese momento de inflexión ya te ha llegado. Te invito a que seas parte de mi nueva vida. Y tú… ¿Cómo piensas vivir a partir de hoy?