No esperen seriedad, coherencia argumental, lógica ni sensatez en los personajes, trama y desarrollo de esta novela corta… Porque no están presentes. Los lectores que se adentren en sus páginas van a descubrir una historia de plena actualidad, dura, triste, cruel…, contada desde la guasa y la falta de vergüenza de sus protagonistas. Víctimas de los recortes presupuestarios
del Gobierno correspondiente, y para intentar que no les cierren su centro de día, un grupo de personas con necesidades especiales idea una acción totalmente inesperada, surrealista y con un punto esperpéntico. Verlos prepararse para perpetrarla,
hablando de los pros y contras, burlándose de sus diferentes patologías, de ellos mismos y de quienes no les juzgan por su intelecto y/o personalidad, sino por su apariencia, provoca una reconciliación con la vida y la constatación de que (por desgracia) suele sonar más lo malo que lo bueno de la humanidad.