HECHIZOS Y HOGUERAS CANINAS es un llamado a la conciencia que debemos demostrar sobre nuestras mascotas y sobre el perfil humano de los individuos que adquieren, por deseo voluntario, la responsabilidad de cuidar, defender, proteger y amar a esas mascotas. Este relato se plantea desde la perspectiva sencilla y descriptiva que deambula por un camino que narra las experiencias entre humanos y mascotas, porque estos animales quieren sentirse como uno más dentro de una convivencia familiar; no hablan, pero sienten, sufren, se alegran, extrañan… y se percatan de todo lo que sucede en su entorno.
El protagonista de esta novela es un perro al que llaman Max, y en su camino no deja de darnos lecciones de profundo y genuino sentimiento de fidelidad, cuando, a pesar del desaire de algunos de sus amos; él persiste y jamás renuncia a su amor por ellos.
Max experimenta, en distintas etapas de su vida, el egoísmo, la falta de empatía, el desprecio, la insolidaridad y maldad del ser humano. El perro presencia un asesinato y en su angustia y desesperación por buscar ayuda, logra pronunciar por primera y única vez el nombre de uno de sus amos, lo hace como un grito de auxilio delante de una vecina y amiga de su dueño.
El perro deja específicos mensajes cada día, viviendo y percibiendo en cada instante lo generoso o cruel que el hombre puede ser a veces, pero, sin embargo, él no desiste de proyectar su amor hacia los demás y continúa aportándonos enseñanzas y lecciones de vida. Esa es su verdadera misión y el resto del mundo no lo comprendemos. Hugo/Max dicen: «Un reencuentro de dos almas vagabundas que hoy se juntaban reencarnados en especies distintas, en idiomas diferentes, pero con un mismo corazón». Podría pensarse, en algún momento, que el autor de la novela, Hugo Lozano, interpreta el papel de Max. ¿Max es Hugo? ¿Podría tratarse de una autobiografía encubierta…? Lean este libro y descúbranlo.