La fotografía es un arte, y así mismo también puede serlo la forma de enfrentarnos a una enfermedad crónica e irreversible, para lograr adaptarnos a sus problemas y limitaciones que se puedan derivar de ella.
En este relato, dictado desde la experiencia y visión humana de un profesional de la Medicina, que cuando presenta una enfermedad neurodegenerativa irreversible adopta el rol de enfermo, describiendo todas aquellas sensaciones que se han derivado desde su diagnóstico hasta el momento actual.
El análisis sencillo de dicho rol da lugar al reto de proponer, de qué manera se puede seguir viviendo con normalidad a nivel emocional, físico, social y personal, aun teniendo una enfermedad crónica que provoca limitaciones y dificultades a la hora de superar obstáculos derivados de ella. Asimismo, invita a una reflexión, llena de optimismo, humildad y con gran sensibilidad, para que todos aquellos que tengan una enfermedad crónica puedan abrir una puerta, que tendrá como objetivo poder hacer un cambio en sus vidas, que irá dirigido a poseer una calidad de vida digna hasta el final.