Historias de una ferretería es un recorrido (sazonado con unas gotas de química) por los años de la niñez y adolescencia del autor, contemplados a través del prisma de la ferretería que su padre regentaba en Luanco (Asturias), donde conoció personajes singulares y vivió situaciones pintorescas.
Ampliando la perspectiva, se cuelan en la narración lugares ya desaparecidos, costumbres, celebraciones y vivencias de unos años (los sesenta y setenta del pasado siglo) que, a pesar de no estar tan lejos, pertenecen a un mundo y a una forma de vivir que empiezan a difuminarse en la niebla cada vez más espesa del olvido.