Los protagonistas de estas “historias” son todos aquellos que a lo largo de mi vida sacerdotal se han ido cruzando en mi camino. En ellas se hace patente la necesidad de experimentar en primera persona lo que el Señor hace en nuestras vidas. Este libro no pretende ser un discurso abstracto o unas anécdotas moralizantes, relatan hechos, experiencias que cambia nuestra vida y que son más reales cuando te encuentras con personas excepcionales que nos enseñan a mirar la realidad y a reconocer lo que hemos experimentado, entonces la vida se convierte en camino que nos lleva a la certeza que Jesucristo es un bien que hemos experimentado, ante un bien no caben discursos, sólo el reconocimiento y gratitud. Esto es la fe, vida y no un discurso sobre la vida.