El comienzo de la II República el 14 de abril de 1931, supone un punto de inflexión en las relaciones entre la gran mayoría de trabajadores y los detentadores del capital y los medios de producción. Con la Constitución republicana de 931, se consiguen cambios sociales tales como el derecho a la educación de grandes sectores de la población que hasta entonces les había estado vetado, pero el cambio fundamental se manifiesta en torno a los derechos de la mujer, con la desaparición de la tutela masculina y el derecho al voto en los sufragios para la elección de representantes en los centros de poder político. Otro de los objetivos fundamentales de los primeros años de la República fue la Reforma Agraria, con el fin de poner en producción grandes zonas de campos que permanecían improductivos, mientras los jornaleros arrastraban una vida miserable ante la indiferencia de los que controlaban el poder económico. La guerra civil supuso una ruptura de la legalidad otorgada en las urnas y un periodo de transición entre una época de esperanza y otra de resignación y sufrimiento por la represión que los militares sublevados infligían a amplias capas de la población civil. La memoria de los que sufrieron represión es un objetivo fundamental de este trabajo, con el fin educativo de que la verdad, desnuda de toda manipulación histórica, sea conocida por las nuevas generaciones, para de esta forma poder valorar los logros de la democracia en contraposición de los autoritarismos del pasado español.