La situación actual de crisis ambiental hace que debamos cuestionarnos la idea tradicional de la naturaleza como fuente ilimitada de recursos y energía. En su afán de lucro como principal motivación, el capitalismo produce una explotación extrema de la mayor parte de los humanos, de la naturaleza y, por tanto, de los animales, que ha roto la relación metabólica entre ellos.
La explotación y el sufrimiento que padecen los animales ha sido denunciada por los movimientos de liberación animal como un prejuicio en base a una supuesta superioridad moral de los seres humanos respecto al resto de animales, producto del antropocentrismo. El objetivo de este ensayo es realizar, desde una perspectiva marxista, una reflexión crítica sobre la lucha por la liberación animal.
La aportación que se realiza al debate contra la explotación animal y humana es que la condición necesaria para componer un mundo en común, que sea respetuoso con la diferencia reconciliando lo natural y cultural, es la superación del capitalismo, sistema que se apropia de todas las esferas de la realidad en beneficio de unos pocos privilegiados a través de la tecnociencia.