Con el desparpajo propio de los nacidos en la provincia, el autor propone y sustenta, que existen dos variables: la ignorancia y el desperdicio, que inciden notoriamente en el costo mensual de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado, energía, gas, internet, telefonía fija, televisión, aseo y alumbrado, pagados por los usuarios residenciales; sostiene que el desperdicio es lo caro, no el servicio público.
Dentro del escrito el autor nos lleva de la mano, enumerando y explicando una a una las causas y omisiones que cometemos a diario e igualmente nos brinda la información mínima que debemos saber para que al final, si hacemos caso a los consejos, podamos cambiar nuestra actitud, asumir el pleno control de nuestras acciones de manera activa, consciente, eficiente y sostenible de cada uno de los servicios públicos y podamos acceder a ellos pagando un precio justo.