El asesino más temido de Inglaterra; James Mercer, está al punto del colapso mental, ahogándose en su propio infortunio que lo ha venido consumiendo desde temprana edad. Con nadie más que su perro Mercury y el recuerdo de Mike (su difunto amigo) colgando en unas placas del ejército para hablar de lo que le agobia, James pasa sus días esperando en algún momento morir por causas naturales o sobrenaturales para terminar con el sufrimiento que lo consume. Perseguido por sus clandestinos servicios de asesino profesional, James es intervenido por un misterioso hombre llamado Beltrán Seller, quien le propone asesinar a Lisa Sumpter, una solitaria chica de California que, de no ser neutralizada lo antes posible, podría poner en riesgo a toda una nación. Antes de asesinarla, James debe volverla vulnerable…, enamorándola, tal vez, para que esta revele información importante sobre archivos y documentos de su difunto padre, Ewan Sumpter. Sin embargo, se le impone a James una estricta y única norma para llevar a cabo la misión: no enamorarse de la chica. Sin duda, James tuvo sus razones personales para negarse a la propuesta, pero el peso moral de negarse a hacerlo lo hundiría más de lo que estaba. Además, tenía en mente la paga que se le había propuesto, la cual usaría para retirarse de sus negocios oscuros de una vez por todas e irse a un lugar lejano.
La primera impresión que tiene James sobre Lisa es pésima, considerando sus fetiches, rarezas y gustos extraños, pero, a pesar de ello, él se compromete a entenderla y volverla vulnerable para obtener la información que necesitan. Para su infortunio ante Beltrán, James encuentra en Lisa todo lo que había necesitado por muchos años y no lo sabía, por lo que le es inevitable enamorarse perdidamente de la chica, aunque, de alguna manera, sean polos opuestos. Ambos estarán de inmediato en la mira del viejo Seller y sus hombres. Tiempo después, James descubre que la identidad de «Beltrán Seller» no existe, y el sujeto con el que había estado trabajado no es más que Ewan Sumpter.
Desde su escueta perspectiva, James narrará cómo conoció a Lisa Sumpter; desde el primer waffle que probó a su lado, hasta la última sonrisa que ella le regaló antes de que un arma se detonara en su contra.
«En lugar de ahuyentar mis demonios, juntó los suyos con los míos».