Intimar con la vida es abrir el corazón a todo cuanto sucede y siento, tanto lo que sabe a gozo como lo neutro e incluso lo que duele.
Abrirme al disfrute sin pretender atraparlo; contemplar y deleitarme en el pulso vital de todo cuanto sucede; dejarme romper en lo que es coraza en mí y exponerme; mirar a los ojos a mis miedos y penetrarlos; desnudarme así en mi soledad y descubrirme en ella.
Experiencia de unidad y plenitud que me invita a dejar de buscar o esperar; que desvela lo que no veía, cura lo que estaba herido y me libera de lo que me ataba.
Este libro es una caricia, una invitación a rendirme a la verdad desnuda de lo que es y soy, y descubrir en ello el abrazo de la vida a cada instante, en una vivencia de intimidad que toca la belleza.