No todo es verdad o mentira. La realidad de la historia solo la conocen los que la vivieron. Los hechos y las palabras, con el tiempo, se trasforman, en función de cómo sopla el viento. Lo importante es ver más allá, tener tu propia consciencia y no la de los demás. Si hay algo que nos dejó Jesús, fue un ejemplo de vida. Ante todo, fue un hombre valiente. Pudo haberse callado y evitar su propio sufrimiento, pero eligió exponer su verdad y ser fiel a sí mismo.
Para los escépticos, la palabra «Dios» es solo un concepto. Para los científicos, el misterio de la vida. Para los creyentes, una devoción, un ser superior todopoderoso y creador de todo ser y del universo, la fe divina.
Resumiendo, Jesús nació y vivió como todos los mortales.