Palmira Sanz Abad es natural de Segovia e hija adoptiva de Laguna de Duero
(Valladolid). Ya desde muy joven, se ha dejado imbuir por el fantástico mundo
de la Lengua y la Literatura. Maestra de profesión, hace lo posible por transmitir
sus ganas literarias a niños que, tal vez, sean los futuros escritores de
las generaciones venideras o, al menos, tendrán dispuesta su sensibilidad
hacia lo bello y lo bueno, que tanta falta hace en esta nuestra tierra.
Su legado literario le fue dado por una estupenda profesora de Lengua y Literatura:
Cristina Guerra, que, ya jubilada, sigue dedicándose a la literatura.
Para ella es llegado el tiempo de recoger los frutos de las semillas que con
ilusión ha ido sembrando en tantos y tantos segovianos. Estos beben actualmente
en sus fuentes literarias.
Nuestra autora ha sido acogida por la hospitalidad vallisoletana desde hace
ya dieciséis años y continúa en Laguna de Duero su labor docente. También
forma parte de varios grupos literarios consolidados en Valladolid, como Perversos
y Sentimientos en voz alta. En ellos se encuentra en su salsa, ya que
realizan numerosos actos benéficos para distintos sectores sociales vulnerables
como: asociaciones de personas con discapacidad y personas en riesgo
social. Realiza talleres de teatro y poesía infantiles, talleres literarios en
los colegios, etc.
Siente Palmira que la poesía ha de estar al pie de la necesidad, evitando todo
lo injusto y promoviendo valores humanos.
Piensa que los escritores y poetas deben poner su granito de arena para inspirar
un mundo más humano.
(Valladolid). Ya desde muy joven, se ha dejado imbuir por el fantástico mundo
de la Lengua y la Literatura. Maestra de profesión, hace lo posible por transmitir
sus ganas literarias a niños que, tal vez, sean los futuros escritores de
las generaciones venideras o, al menos, tendrán dispuesta su sensibilidad
hacia lo bello y lo bueno, que tanta falta hace en esta nuestra tierra.
Su legado literario le fue dado por una estupenda profesora de Lengua y Literatura:
Cristina Guerra, que, ya jubilada, sigue dedicándose a la literatura.
Para ella es llegado el tiempo de recoger los frutos de las semillas que con
ilusión ha ido sembrando en tantos y tantos segovianos. Estos beben actualmente
en sus fuentes literarias.
Nuestra autora ha sido acogida por la hospitalidad vallisoletana desde hace
ya dieciséis años y continúa en Laguna de Duero su labor docente. También
forma parte de varios grupos literarios consolidados en Valladolid, como Perversos
y Sentimientos en voz alta. En ellos se encuentra en su salsa, ya que
realizan numerosos actos benéficos para distintos sectores sociales vulnerables
como: asociaciones de personas con discapacidad y personas en riesgo
social. Realiza talleres de teatro y poesía infantiles, talleres literarios en
los colegios, etc.
Siente Palmira que la poesía ha de estar al pie de la necesidad, evitando todo
lo injusto y promoviendo valores humanos.
Piensa que los escritores y poetas deben poner su granito de arena para inspirar
un mundo más humano.