La asamblea del alma es el producto de muchos años de experiencia en la escuela con maravillosos niños y niñas; con ella se trabaja desde el corazón y quiero dar la importancia que se merece a las emociones, a los valores y a trabajar con herramientas muy sencillas que sirvan tanto a los maestros, los padres y, por supuesto, los niños/as.
Desde la respiración, el mindfulness, las visualizaciones.
Vivir la asamblea del alma; nada más entrar, me ha acercado al niño y a su mundo, a sus preocupaciones, a sus miedos, a sus alegrías, a sus sorpresas.
Con ellos todo es sencillo e inesperado, es mágico. Una nueva forma de educar mirando desde dentro y ayudando a que sean conscientes de su cuerpo, su mente, sus sentimientos y su propia alma.
Pero también educando y dejándose educar por ellos, son increíbles maestros si les prestas atención.
Las mejores lecciones de amor me las han dado los niños con su ejemplo. En La asamblea del alma y en las diferentes actividades relacionadas con los valores, las emociones, etc.
La obra es un homenaje a ellos, y la didáctica nos ayuda a llevar a cabo las actividades propuestas.
Entrar cada mañana y contarnos lo que nos ha sucedido, cómo nos sentimos, y aprender a desprendernos de lo que no queremos y dar a los demás las cosas buenas que queremos para nosotros nos ayuda a ser más felices y a concienciarnos de que todos somos una unidad.