<< LA SALVACIÓN COMPLETA DE LA RAZA HUMANA SE EFECTÚA A TRAVÉS DE LA SANGRE DE JESUCRISTO, Y SU MUERTE NO ES ESENCIAL PARA TAL FIN>>
Fue la proclama emitida por el papa Juan XXIII el 30 de junio de 1960 y reproducida en L’Osservatore romano el 2 de julio de ese año. Difundida para su información a todos los obispos católicos.
Este hecho, insólito hasta entonces, se produjo gracias a las investigaciones realizadas sobre la Sábana Santa o Lienzo de Turín durante años, dirigidas por el Instituto del Santo Sudario en Stuttgart; demostrando y concluyendo que Jesús fue apeado de la cruz con vida. De los resultados finales fue informado el Papa por Kurt Berna, secretario del Instituto, rematando su carta con la siguiente sentencia: <
Por lo que se consideran absolutamente fiables los escritos históricos y argumentales negando su muerte en el madero. Después de una urgente y celosa curación por los médicos esenios, emprendió viaje hacia Oriente; al encuentro con los descendientes de las diez tribus perdidas de Israel, que emigraron tras la invasión de Jerusalén por el imperio Asirio el año 722 a.C.
Aquel largo viaje, que inició en compañía de su santa madre, terminó en Cachemira, donde vivió hasta edad avanzada; allí murió y fue sepultado en la capital Srinagar, edificio Rau-Za Bal o tumba de los profetas; su rótulo lo han cambiado por el de Ziarat Yuza Asaf Khanyar o tumba del santo Yuza Asaf «Jesús», mostrada en la solapa de esta contraportada. María murió en la aldea de Murree, zona montañosa de Pindi-Point, en la frontera entre Cachemira y Pakistán, muchos años antes que su hijo, y allí fue enterrada. Su tumba aún muy venerada se la conoce por: «Mai Marí de Asthan», que significa descanso de la madre María.
A unos 58 km. al norte de Srinagar, en el monte Nebu y con vistas al lago Wular, se encuentra la tumba de Moisés «el Profeta del Libro». Hasta hace unos cientos de años solo la conocían los cachemires, pero la veneraban desde hacía 3500 años. Las tres tumbas: de Moisés, de María y de Jesús están orientadas de este a oeste; las musulmanas lo están de norte a sur.
Después de esta sinopsis de mis revelaciones, creo que es pertinente el siguiente mensaje:
SIN MUERTE EN LA CRUZ, NI RESURRECCIÓN, NI ASCENSIÓN AL CIELO, ¿QUÉ LES QUEDA A LOS CRISTIANOS? BÚSCALO AQUÍ Y LO HALLARÁS.