Alana Blanco es una chica de 21 años que tiene un canal en YouTube con 3 000 000 de suscriptores, todos ellos fascinados por su manera de expresar ante la cámara lo que siente al escuchar música y su forma de divulgar sus conocimientos que están basados en la música de cuando ella todavía no había nacido. Pero un día, sin saber por qué, le ocurrió lo que hasta ahora no le había sucedido a ningún ser humano en la historia: dejó de percibir la música, pudiendo escuchar todos los demás sonidos, como ruidos y voces.
La chica de la música aparece como un gran descubrimiento para los lectores por ser una mezcla brillante entre lo posible y lo imposible, ya que, pese a ser una intensa historia de ficción, hay una gran parte de ella que se basa en la realidad que todos hemos vivido, con todos los grupos, cantantes, músicos, compositores o conciertos que han hecho muy grande a la palabra «música».
Un viaje en el tiempo hasta aquellas décadas en las que los vinilos eran imprescindibles, donde las canciones hacían acelerar millones y millones de corazones y un grito que va a clamar bien fuerte que tenemos la obligación de cuidar algo que se nos ha regalado sin entender muy bien el porqué.