Nacho, un publicista premiado con un fortuito ascenso en la oficina, dedica sus esfuerzos para que un nuevo proyecto salga adelante con una campaña un tanto fuera de lo común y que puede cambiar la fisonomía de la ciudad de Madrid por completo. Así se lo hace saber Louis Smith, su arrogante y ególatra director de la firma enamorado de sí mismo y que alardea de tener al mundo lamiéndole sus lustrosos zapatos, sobre todo si es una atractiva compañía femenina. Laura, la seductora secretaría de Smith por la que media oficina bebe los vientos, ayudará a Nacho a campear con este trabajo mientras que su relación con él va tomando un cariz que excede de lo estrictamente profesional.
A raíz de esto, Nacho contacta con Raquel, una arquitecta con una treintena larga de años que va a colaborar de manera esporádica a llevar ese proyecto hacía adelante y que le va a dar una visión de la ciudad distinta. Sin embargo, en un primer encuentro, Raquel desnuda su personalidad de manera inesperada ante el publicista para contarle como su padre desapareció hace cinco años sin dejar ni rastro.
Contrariados por ese hecho, Nacho y Laura toman la decisión de investigar por qué se esfumó Agustín repentinamente, como si de un juego de niños se tratase y solo por pasar más tiempo juntos. Sin embargo es aquí cuando se tuercen las cosas para la pareja, cada vez más unida sentimentalmente. Lo que van sabiendo empieza a crear una telaraña donde todos parecen están implicados en la ausencia del también viejo arquitecto, encerrándoles en una espiral que hará que se arrepientan de la decisión tomada porque, hasta sus propias vidas pueden correr peligro, con una herencia del pasado sobrevolando sus cabezas que nunca debería salir a la luz.