Lo que la colección de minerales esconde es la historia de unos ingenieros, hombres de ciencia que, con dedicación y entrega, fomentaron y desarrollaron la industria minera en las Filipinas, a semejanza de lo que habían visto y vivido en la península.
Sin embargo, se encontraron con la lejanía, la apatía y la indiferencia de la metrópoli y con el interés estratégico y comercial de la potencia emergente de la época, los Estados Unidos, que ayudados del naciente independentismo filipino, se harán con los últimos restos del imperio español en 1898.
Solo una colección de minerales nos quedó de aquellos días de la provincia de Filipinas, colección que se envía a Madrid en 1897 para su preservación, y que es seguramente, la más antigua que se conserva de las Islas con su documentación.
La colección ha sido rescatada, reagrupada y documentada de nuevo, tras 120 años de olvido y puede contemplarse en el Museo Histórico Minero Don Felipe de Borbón y Grecia, dentro de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía de Madrid.
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