Nunca como hoy, riesgo y confianza han estado tan presentes. El modelo de relaciones humanas que hemos establecido durante miles de años ha perseguido espacios que nos otorguen seguridad, certidumbre, garantía, credibilidad, lealtad, fidelidad y confiabilidad.
Para conseguir esta mejora evolutiva de tranquilidad y bienestar social, nuestro cerebro ha ido dosificando la fascinante oxitocina; la hormona cómplice de nuestras relaciones amorosas, pero también de la empatía, el altruismo, la generosidad o la compasión. Un neurotransmisor que nos invita a estrechar vínculos con otras personas y establecer lazos de colaboración, implicado en cada una de nuestras emociones, en nuestra capacidad para aprender y para recordar. La oxitocina es la fábrica de la confianza.
Este libro invita a reflexionar sobre la innegable preeminencia de la confianza en nuestro desarrollo social y su incalculable valor científico, económico, político o comercial, mostrándonos el interés actual de todos por hacerse con su dominio. Sin confianza no hay expectativas, sin expectativas no hay proyecto y sin proyecto no hay futuro.