Para nosotros, los mortales, la fecha exacta de nuestro deceso es un enigma. A todo lo que podemos llegar a aspirar es a intuir cuándo Ella, la Muerte, se nos aproximará para asestar su golpe final. Átropos, verdadero nombre de la Muerte, tiene dos hermanas menores: Láquesis y Cloto. Entre las tres, a menudo, no sin fricción y cuitas entre ellas, deciden nuestro nacimiento, destino y óbito. Átropos no es por naturaleza malvada, o no del todo, pues fue humana, como tú y yo, tiempo ha. Ella es una esclava que sufre un castigo, a la par del de Sísifo, Atlas, Tántalo e Ixión. Este libro no solo trata de las señales que Átropos nos envía, a nosotros los mortales, a veces de manera clandestina, otras inconsciente y unas pocas de forma deliberada, para alertarnos de su inminencia, sino que también podemos hallar entre sus letras las esquivas e infalibles fórmulas para huir de Ella. Por un tiempo, al menos, o, quizás, tal vez para siempre… «La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada». —Séneca