La crisis producida por la pandemia ha puesto de manifesto lo anacrónico de nuestro sistema educativo.
Desde la OCDE, ONU y la UNESCO se recomienda mejorar la calidad del aprendizaje y reinventar el futuro. Del mismo modo, los informes de entidades internaciones así lo reconocen.
La educación tradicional ha tocado fondo: los maestros están desencantados y los estudiantes se aburren en clase.
Hay que cartografar la educación con otros patrones y estructuras que trasciendan el estilo convencional. Se trata de crear un nuevo ser humano que recoja los avances de la biología, la neurociencia, la física cuántica y las nuevas tecnologías.
La ESCUELA GALÁCTICA, como Prototipo de Escuela Creativa Transformadora viene a dar respuesta a esta necesidad, donde los alumnos aprehenden no para competir, sino para conectarse con sus compañeros, con la vida, la naturaleza y el cosmos. El corazón no puede vivir perseguido por el miedo, sino que debe alcanzar un estado de confanza en sí mismo y en los demás, de tal forma que le permita empoderarse y ser creativo.