En el año 1976, en la Guardia Civil queda constancia de un crimen que, trece años más tarde, sigue sin resolverse.
Dorotea Urquina, escritora famosa que vive en Marinela, fallece en el otoño de 1989. El día anterior a su fallecimiento, hace llegar a la teniente Ágata Herrero, por mediación del padre Damián, una prueba que involucra a alguien en el antiguo crimen.
Al mismo tiempo, a modo de «último relato», en una carta deja constancia de su sospecha de que va a ser asesinada por personas de su entorno. Pide a Ágata Herrero, como guardia civil, que haga lo necesario para averiguar quién fue el causante de su propia muerte.
Se va conociendo a la familia de la escritora y el devenir de toda su vida, marcada por decisiones tomadas por sus padres que no solo la afectaron a ella.
La novela aborda temas como la violencia doméstica, el alcoholismo, el abandono y el rencor, pero, en contraposición, también se siente el amor filial y el refugio de la amistad sincera, hilo conductor de toda la saga.