Un paciente diagnosticado con la enfermedad de esquizofrenia reside durante una temporada en el pabellón de enfermos mentales de un hospital para ser sometido a un tratamiento experimental que le producirá alucinaciones.
Estas le llevarán a deambular por varios escenarios de una ciudad imaginaria, fabricada tan sólo por su mente distorsionada, confundiendo la realidad con los devaneos de su cerebro agrietado por la medicación.
Creerá ser el cabecilla de una banda de italianos que trafican con órganos humanos y su pasado se entremezcla con el presente de un modo alienado ya que además padece de amnesia.
Lo único que recuerda es que es poeta y traductor, y su delirio le llevará a residir en una cárcel donde se inscribe a un cursillo de literatura.
Mantiene una relación peculiar con Sibila, una visitante del hospital que sublima para convertirla en objeto de su deseo y que en la segunda parte de la novela se transformará, mediante el efecto de la medicación, en la profesora de literatura de la institución penitenciaria.