Unos pastores trashumantes que guían sus vacas desde la Alpujarra Oriental hasta la Serranía de Córdoba, pernoctan en un molino abandonado a orillas del río Fárdes, donde uno de ellos encuentra
una carpeta cebada con un grueso taco de cuartillas manuscritas con delicada caligrafía. El Hombre pasa
la noche leyéndolas frente al fuego de la chimenea, inmerso en la historia de una familia, la de Vito,
zamorano vendedor ambulante de mantas que por los sesenta se instala en la Hoya, un pueblo imaginado por el autor en el Zenete, al norte de Sierra Nevada, compuesto con retazos de lugares y gentes reales de esta peculiar y sorprendente comarca. A través de la historia de la familia de Vito, iremos
encontrándonos con el mundo rural, casi siempre anónimo, de este país andaluz.