Este ensayo intenta desde un ejemplo muy popular, como es el caso de la celebración navideña, mostrarnos cómo a lo largo del tiempo determinadas acciones se transforman y arraigan en el
cotidiano de la gente, muchas veces sin saber cómo o por qué llegamos a ese punto. Lo importante es poder tener otra perspectiva del tema o bien motivarnos a pensar en otras formas de
ver, a efectos de abrir un debate sobre el tema principal.
Actualmente, estamos en un punto en el que las generaciones de mayores que aún mantenemos vigentes los valores y objetivos de constitución de una familia deberíamos transmitir, recordar y
hacer pensar a las nuevas generaciones que en un futuro se encontrarán con hábitos ya arraigados cuáles son las diferencias.
Si bien se han comenzado a aceptar otras costumbres y prácticas, no tiene por qué ser sinónimo de las existentes, que fueron establecidas desde un mandato natural y biológico a lo largo del
tiempo. Será hora tal vez de aceptar nuevas formas de relacionarnos y con distintos objetivos, pero no creo que el verdadero resultado sea igualar o dar el mismo signicado a lo ya existente.
Carlos Nocentini