La autora de este pequeño gran libro es una persona con una imaginación desbordante que para poder sacar fuera todo lo que tiene dentro se ha dedicado toda su vida a contar historias, ya fueran inventadas o reales, historias mediante la palabra, la escritura o incluso el dibujo. Pero remontémonos a su vida y así se podrá entender mejor el significado de su arte…
María Díaz Sáez nació hace ya unos 31 años en un pueblo costero de Murcia, llamado Águilas. En este pueblo lleno de contrastes, María pasó su adolescencia y juventud, trasladándose como el resto de estudiantes, con la edad de 19 años, a la ciudad universitaria de Murcia. Es allí, donde se licenció en Pedagogía. Posteriormente a ello, estudió en Molina de Segura, donde finalizó grado superior de Lengua de signos.
Como se puede comprobar, la autora de este libro siempre ha estado volcada en el conocimiento de las personas y en el arte de las palabras (incluso en palabras no oídas).
Después de terminar Lengua de signos, María vuelve a su pueblo natal, Águilas, donde forma parte de una escuela de teatro, mostrando su arte, esta vez, a través de su propio cuerpo. Además, con su afición al dibujo, sorprende, de nuevo a todos, con varias exposiciones realizados por su propio puño.
María no puede quedarse quieta y durante la residencia en Águilas, publica Serendipia, su primer libro, donde da una vuelta más a su propia imaginación y deleita a los lectores con varios relatos cortos de origen variopinto.
Dos años después, María Díaz vuelve a sorprendernos con su segundo libro, un libro de poemas y frases que seguro no defraudará a nadie. Su don de palabra y esa gran imaginación no nos dejará indiferentes.