La música en la Iberia Antigua: de Tarteso a Hispania es el título de una investigación cuyo principal objetivo es rescatar del olvido los diversos documentos arqueológicos, iconográficos, epigráficos y literarios que se refieren al fenómeno musical perteneciente a las sorprendentes fechas relativas a la antigüedad de la Península Ibérica. En concreto, este trabajo abarca desde los alrededores del siglo XII a.C. hasta el declive del Imperio Romano en Occidente (s. V d.C.).
Museos, exposiciones itinerantes, ensayos, artículos y toda suerte de investigaciones dedicadas a la protohistoria de la Península Ibérica presentan los rasgos más característicos de la vida cotidiana y costumbres de nuestros antepasados: creencias religiosas, el mundo funerario, el modo de vivir en los poblados, su arquitectura, la manera y los medios con que sobrevivían (agricultura, ganadería, comercio), la artesanía (cerámicas, textiles, metalurgia); así como también se estudia, por supuesto, la escritura, la moneda y la organización social y militar… Trabajos realizados todos por investigadores a los que la Ciencia y quienes nos valemos de ellos, tanto debemos.
Sin embargo, en lo que se refiere estrictamente a la música de aquel tiempo poco suele destacarse. Algo, por otro lado, comprensible, ya que son realmente escasos los vestigios de las culturas prerromanas y romanas que hacen alusión a este aspecto. Pero, aunque son escasos, no por ello debemos obviarlos —ni olvidarlos—.
El contenido de esta investigación está dividido en dos grandes partes: una primera, en la que se plantearán unas consideraciones generales, con hipótesis y reflexiones previas; y un segundo bloque en el que se aborda de lleno el tema de la música en la Iberia Antigua y sus características generales. Se estudian brevemente las posibles influencias musicales que terminaron llegando hasta la Península desde Oriente, partiendo de culturas como la fenicia, la griega o la romana y otras que, de manera indirecta, pudieron calar también en Iberia a través de los pueblos colonizadores, como podría ocurrir con la música mesopotámica, la egipcia o la etrusca.
El trabajo cuenta también con una extensa bibliografía, referencias iconográficas y una detallada relación de obras y autores clásicos. Además, para su realización el autor ha contado con la ayuda personal de grandes expertos y profesores de diferentes universidades españolas (Complutense de Madrid , U. Autónoma de Madrid , U. de Oviedo , U. de Granada o U. de La Laguna , en Tenerife, entre otras).
En definitiva, casi 10 años de investigación y dos títulos publicados en 2004 y 2009, respectivamente.