Llegan los cincuenta y el régimen de Franco intenta salir de su aislamiento. El más moderno de los ingenios tecnológicos va a llegar a España como obsequio del ejército de los Estados Unidos al Capitán General de Valencia: una nevera americana. El general Ríos quiere disponer de ella para deslumbrar a sus invitados con ocasión de las Fallas, y su accidentado despacho en la aduana traerá consecuencias sorprendentes y berlanguianas.
El humor es el pegamento que da consistencia a esta variadísima colección de relatos. Por estas páginas desfila un amplio elenco de personajes: el fantasma de una aristócrata escocesa, objetos inanimados, Filamento -un desconocido héroe griego que tiene un romance con Electra-, jóvenes que padecen mal de amores y hacen tonterías, Sigfrido -el de los nibelungos-, urbanitas en el campo y, recurrentemente, un tal José Guillermo, que dicen que es el padre del autor.
Son veintitantos cuentos breves en los que se habla del tiempo, de la Historia, del amor, de la trascendencia y de la tontería. Un libro ideal para leer a ratos, en el metro o en el autobús; pero claro, con lo del teléfono inteligente todo se ha complicado.