La acción se sitúa en Madrid, pero podría haber ocurrido en cualquier otra ciudad. Nos detalla la supervivencia y el coraje de una comunidad de vecinos, esto nos lo transmite la protagonista buceando en sus recuerdos y es a través de esta catarsis como nos introduce en la vida de los mismos, haciéndonos partícipes del antes y el después de un acontecimiento que cambió sus vidas para siempre. Nos narra la resistencia y la amistad de unos niños que no perdieron su candor e ingenuidad a lo largo del conflicto y trataron de ordenar sus vidas dentro de la casa, aun convirtiéndose esta en una cárcel.
No existe la verdad absoluta, aquí solo se relata la verdad de una comunidad, a través de los ojos de una niña, hoy ya anciana, y en la que no se vislumbra el más mínimo rencor, pues como ella misma comenta, haciendo referencia a las palabras del libro El Principito: «Es una locura odiar a todas las rosas, solo porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños solo porque uno de ellos no se cumplió».