Este libro no es una biografía. Tampoco es una novela. Podríamos decir que es una simbiosis de ambos conceptos.
El autor ha querido llevar a término una idea que le venía rondando desde hace mucho tiempo, tras el fallecimiento de Francisco Caballero-Infante Alcalá, su padre.
Esta persona, protagonista del relato, fue el continuador de una corta saga familiar que, como el lector comprobará, ha sido un tanto inusual desde sus inicios.
Una estirpe a caballo entre dos entrañables lugares: Sevilla y Marmolejo. Sitios donde, aún afortunadamente, se sigue esparciendo la simiente que los ancestros de esta familia sembraron.
La vida de Paco Caballero fue especialmente azacaneada y, como comprobarán en algunos pasajes, digna de un moderno «Pimpinela Escarlata».
En definitiva, y como dice el autor: «No es una novela al uso ni una típica biografía, sino una aventura vital novelada».
Su pretensión es, de ahí su insólita tirada, dejar constancia escrita y transcendente de una vida tan singular como cercana.
De ahí que lo recomiende, es boticario, para «uso exclusivo» de sucesores.