La Odisea de Lanzarote es una novela juvenil de ficción, en la cual se narran las aventuras de dioses, semidioses y personajes clásicos, los cuales son fabulados y adaptados al contexto de la isla de Lanzarote.
Este libro toma de La Odisea homérica la temática del viaje de regreso a casa; no obstante, las aventuras azarosas de ese periplo serán contadas y vividas por los semidioses que dan vida y acción a la obra. Estos serán todos mellizos y quedarán divididos en diecinueve islotes, tras haber sufrido un terrible naufragio, por un lado, y por la erupción del emblemático volcán lanzaroteño: Timanfaya.
La Odisea de Lanzarote se estructura en tres bloques: «Nuevos destinos», «Las aventuras en los islotes de Lanzarote» y «El regreso». Este libro está dotado de originalidad, incluso, en su formato. Puesto que puede leerse de dos formas, haciendo un guiño a Rayuela. Bien, en su orden lineal: canto a canto, o bien, a través de un formato marco (indicando en un segundo índice) que permite leer las aventuras de dos autores concretos, sin realizar una lectura completa. Aunque todas ellas quedan empastadas, a su vez, en la totalidad de la obra.
Esta historia está creada por niños para ser leída por otros niños. En concreto, sus autores tienen, la mayoría de ellos, la edad de trece años y catorce años. Ha sido cohesionado y editado por mí, siendo yo su profesora de Lengua Castellana y Literatura, y redactado por mi alumnado de 2.º de Educación Secundaria Obligatoria, en el Instituto San Bartolomé, sito en la localidad que comparte su nombre.
El presente texto pretende acercar a los más jóvenes la actividad lectora, puesto que todas las tramas que aparecen en la historia son inventadas, de forma libre, por jóvenes autores y están dirigidas a alumnos de la misma edad o similar; puesto que la novela resulta mucho más enriquecedora para los lectores que son coetáneos, al compartir el mismo contexto social y cultural. Incluso, se podría decir que tienen la capacidad de imaginar, ilusionar y dar vida a realidades que distarían mucho de las que se nos ocurren a los escritores adultos.
Es por este motivo por el que recomiendo que todos nuestros niños y adolescentes tengan acceso a esta lectura. Si lo que procuramos es que nuestro alumnado lea, debemos darles historias como esta, que los atrapen y los acerquen al gusto por la literatura.