La odisea de Paco (sin Penelópez) es un libro donde hay de todo. Reflexiones, poemas,
aforismos, sentencias, filosofías, observaciones, vivencias, experiencias y, también, «locuras
», «ingenuidades», etc. Un libro pensado y escrito para todos, para lectores de lo más
diversos. Se trata de una antología de textos narrados y escritos a lo largo de muchos años,
desde que el autor comenzó a escribir hasta la actualidad.
En general, es una autobiografía, sin auto y sin bios, pues no hay indicación concreta,
ni física ni psicológica, y ni siquiera literaria que nos lleve a la localización del autor; o
sí, pero siempre que el autor pueda ser cualquiera, tú mismo, lector, pues de eso se trata,
que está escrito con esa intención, que a unos les guste y a otros también, siempre que se
identifiquen —unos y otros— con un poema en concreto o con todos al mismo tiempo,
ese u otros aforismos, esa u otras sentencias, etc., según cada uno, según su personalidad,
hábitos de lectura, educación e instrucción, sin olvidar a la gente sencilla, siempre que
ponga de su parte interés y atención. Como se dice en uno de los numerosos aforismos
que llenan muchas páginas de este libro: «Escribo para que la gente que me lee trabaje en
lo que lee, aunque sea un obrero».
También puede ser leída como un relato o una novela, como una épico-poética, como así
lo refleja el título de la obra. Sí, un Ulises disminuido, pero con la misma ambición del
regreso a la patria y el hogar, después de tantas fatigas y aventuras. De un regreso a la vida,
después de tantas metamorfosis y muertes…, y a la realidad, después de tantas peripecias
en lugares míticos, fabulosos y fantásticos. Claro que lo suyo es más vulgar, cotidiano e
interior —antiheroico—, como nuestra misma época.
Una muda de calle y dirección…, un cambio de local: del bar o el trabajo a la casa; o de
horas, de la noche al día. Era eso…: No el Ulises u Odiseo de Homero, no el «Ulises» de
Joyce, sino de Francisco Chaves. De lo máximo a lo mínimo (Ad maximum a minimum).
«No confundo la filosofía con la literatura. Pues, de lo contrario, me dedicaría en exclusiva
a una de ellas. Esta distinción es importante para el día a día, tal como yo lo llevo, como
el sol con un día nublado, neblinoso o nevado. Para el «después…», ya tendremos todo el
tiempo para discutir si estábamos equivocados o no, si todo era sueño o vigilia, muerte o
vida, ficción o filosofía, certeza o duda. Bien, este libro trata del «después…» (el autor).