En las siguientes páginas y desde su humilde punto de vista el autor intenta explicar con ejemplos, afirmaciones extraídas de varios estudios y argumentos sólidos un asunto que suele pasar desapercibido, y es que la percepción actual que tenemos de las emociones parece —a su modo de ver— errónea, pues en ellas reside de manera oculta la esencia de las personas, tanto para bien como para mal. Julio Aldaz considera, que aquello que creemos razonable y apartado de lo emocional, está mal interpretado puesto que toda razón está construida desde la emoción.