Este libro narra las vivencias ocurridas en un poblado íbero situado en el monte de las Alhambras, gracias a una niña que tuvo la fortaleza de ir a su cementerio. Allí puedo observar algo extraño, pero a la vez impresionante. Además, escucharía unas palabras que la ayudarían a ser una mejor persona y a reconocer el verdadero tesoro que todos tenemos, pero que no sabemos muchas veces valorar. De repente, a esta familia feliz, la tristeza y malos momentos les llegaron, pero siguieron luchando por la vida porque siempre, después de lo malo, viene lo bueno. Por todo ello, esta historia pretende llegar a lo profundo, dar ese claro ejemplo de que nunca hay que rendirse, siempre hay que seguir hacia adelante, ya que, tarde o temprano, la vida se encarga de darnos los que nos merecemos. Además, pretende transmitir que todos somos millonarios si sabemos cuidar y querer a los verdaderos tesoros que forman parte de nuestra vida.