«Vivimos y trabajamos encerrados en nuestras oficinas, en nuestras casas o ciudades, pero también en nuestras mentes… Y es por eso que necesitamos escaparnos. En bici, en avión, nadando o caminando. Da igual. El objetivo es huir. Evadirse se torna en una cuestión vital» El Camino de Santiago rezuma aroma de reto, de aventura liberadora, también de rebeldía…
La experiencia personal acumulada en sus nueve Caminos de Santiago recorridos y millares de kilómetros caminados, prestan la voz al corazón del autor que los pone al servicio del lector para su disfrute.
La Seducción de la Flecha, es un libro donde se revela esos breves momentos en que la felicidad determina el discurrir por la vida. Esta obra, opera prima, tiene un evidente carácter intimo y entusiasta, escrita con la finalidad de que sea leída por los peregrinos que han hecho algún Camino de Santiago, también para quienes lo harán o para aquellos otros que ni lo han pensado; de ahí que las reflexiones y los relatos expuestos se perciben de una manera sencilla, fluida, franca…
La Seducción de la Flecha, representa una joya apasionada que no deja impasible a nadie. Con elegancia y ternura, José Miguel Rubio acaricia las heridas del espíritu e invita a la búsqueda del propio viaje interior, aquel que te destapa sin rodeos el alma de uno mismo. En la obra se revela el enorme aporte de colores y texturas que tiene su paleta, con un lenguaje ingenioso y divertido unas veces, entusiasta o crítico otras, que surge desde lo más hondo del corazón.
Su autor novel, observador lúcido, es un artesano de la palabra, y cada pensamiento está plasmado desde lo genuino, desde la camaradería, desde el cariño y empatía. Se describe como un escritor capaz de identificarse con el semejante compartiendo sentimientos, que entiende que hacer la aventura de la Ruta Jacobea, también llamada Camino de las Estrellas, al igual que el camino de la vida, están plenos de matices y similitudes.
La Seducción de la Flecha es un texto que merece ser leído pausadamente, con deleite, porque el mensaje que deja es imborrable.