«…Y la tradición, año tras año, seguirá cumpliéndose. Y nosotros, ya adultos, proseguiremos, nerviosos, asistiendo al desfile de la Pública granadina cada miércoles de Corpus y a estrenar ropa nueva el día del Señor, y a conminar a los cabezudos a que nos peguen, y a padecer dolores de cervicales rompiéndonos el cuello mirando la elevada estatura de los cariacontecidos cuatro monarcas gigantes que acompañan a la Reina y Señora de nuestras fiestas mayores… La Tarasca de Granada… Porque esta es su vida. Porque esta es su historia…
… Historia. Mito. Tradición. Leyenda…».