Con tan solo abrir las páginas de este libro, o si ocupáis un asiento en el teatro donde se represente su argumento, os adentraréis en la más impropia de las tiendas. En este comercio singular todo escapa a lo esperable y obran los personajes con un proceder insospechado. Olvidan los vendedores su papel de tales y aprende la clientela a pugnar por el objeto deseado sin contar con la alianza del dinero. Los desenlaces son sorprendentes, aunque no arbitrarios, pues incluso lo aparentemente absurdo tiene, al menos en esta obra, su lógica.