¿Podemos vivir sin ternura? ¿Cómo entendemos la ternura? ¿Como debilidad, fortaleza, ñoñería, identidad, masculina, femenina…? Muchos son los apelativos de esta capacidad que nos hace tan humanos.
Muchas son las preguntas, ya que este es un libro de preguntas. Una buena pregunta es una buena respuesta o la respuesta. Cuántas veces he escuchado esto a mis maestros: ¿Quién es más importante el alumno o el maestro? ¿Puede existir el uno sin el otro? ¿Puede aprender el uno sin el otro?
Ya no hay lugar donde esconderse… de nosotros mismos, de nuestros miedos, dudas o búsquedas. La frustración también es una búsqueda, como la apatía, como la ambición, como la destrucción, como la creencia de que todo se sabe o que la ciencia lo va a resolver… todo.
Sobre estos y más aspectos trata La vasija de barro.
Os animo a pasear con Aála y Zwomu; a pensar, sentir, buscar o encontrar como ellos. A ser cálidos, sencillos y, sobre todo…, auténticos. Os deseo una feliz experiencia. Recordad: «nunca vais a estar solos después de leer este libro».