Es el camino que eliges deliberadamente para sanar tu mente. Para ello, empieza por reconocer su «enfermedad», la adicción al sufrimiento y la culpa; sus síntomas son: pensamientos de juicio, oposición, condena, miedo, rabia, tristeza y un largo etcétera de miles de pensamientos que sostenemos en la mente de forma repetitiva una y otra vez, formando patrones de pensamiento cuyos efectos son la desdicha, la insatisfacción y el miedo a la vida.
Hay otra posibilidad: los pensamientos de amor, dicha, paz, alegría, unidad.
La medicina para la enfermedad es «el milagro», una corrección en tu mente del pensamiento equivocado (es decir, el que te hace sentir mal) al pensamiento real, el que surge de una mentalidad de amor y unidad.
Tu verdadera esencia.