Alonso Quiñones García de Paredes, miembro de la nobleza extremeña, pero de profundas convicciones republicanas, tras cursar sus estudios de ingeniería en Madrid, se ve sorprendido por el estallido de la Guerra Civil Española.
Decide alistarse como ingeniero para trabajar en las tareas de fortificación de la capital, participando en las principales batallas desencadenadas por el ejército rebelde con el objetivo de conquistar Madrid.
Tras integrarse en la 11.ª División de Líster, vive en sus propias carnes la batalla de Teruel y la batalla del Ebro. En esta última se produce el punto de inflexión que permitirá el cambio en la suerte de la guerra.
Con el avance de las tropas republicanas, Alonso empezará a dudar del motivo y las consecuencias de su lucha.