Invernal es el cauce de la versátil voz, remitente de líricos versos pausados sobre el gélido horizonte del alma, cautiva de la melancolía, el pasional y espiritual encuentro, la dialéctica y desdoblamiento del ser poético en íntima lectura, un introvertido procedimiento ejecutado a través de la citada antipoética, una herramienta en la que su autor pone de manifiesto la veracidad de sus emociones a través de la cirugía de su corporeidad y de su místico universo interior. La Voz Invernal esboza una profunda composición en la que sus versos se entrelazan para la construcción de un recital, una jovial orquesta de símbolos en los que consolidar la intimidad de su poeta, dialogándose sobre los horrores del corazón y una extendida diversidad de temáticas, abarcándose un período esencial en la deconstrucción y la materialización de sus estados anímicos, centrada en la oscuridad y en los claroscuros del escritor. Una escisión en las penumbras del alma, una incansable búsqueda de una voz sepultada en un corazón abstraído en las tinieblas.