La ficción se abre como un abanico mostrándonos la soltura en el manejo de un sinfín de registros, con los que el autor no nos deja indiferentes. Relatos místicos, psicológicos, de ciencia ficción, de suspense, cómicos, eróticos…
El sentido del humor y la ironía se entrelazan con la pena, la nostalgia y el quebranto más lacerante. Un cóctel de emociones, conducido por un lenguaje denso o diáfano, según las circunstancias y el efecto perseguidos.
La salud mental será una cuestión que hará su aparición de forma necesaria, aunque no aglutinante, cobrando su protagonismo en algunos relatos. Siendo una referencia literaria para profesionales circunscritos ha dicho ámbito.
Será evidente, a través de cada relato, de cada trazo, observar como el autor disfruta de una creatividad sin límites ni ambages.
Como estamos ante una pluma que gusta de jugar con el lenguaje, y que lo hace de una forma natural, interpretando los tiempos y el estilo que dotan de identidad a cada narración.