La novela narra las visicitudes, las vivencias, las calamidades, las alegrías, la felicidad y los triunfos y éxitos de una familia: Alejandro y Yamina, él de origen cristiano, de Armuña de Segovia y ella beréber, en concreto, sus padres eran de Ketama, de las montañas del Rif.
Un matrimonio mixto, algo muy excepcional en aquella época del siglo IX, que se afincan en Burxana(Purchena), Almería.
A través del diario de Yamina se relata la vida de varias generaciones de sus ancestros y de su familia. Los acontecimientos y hechos, unos muy tristes y desgarradores, y otros muy dichosos, no sólo de esta familia si no de su pueblo a lo largo de siglos.
A la muerte de los hijos de Yamina y Alejandro, Abir y Aziiza, la novela da un salto en el tiempo, centrándose en los siglos XV, XVI y principios del XVII, donde a través de diálogos de los personajes y relatos, se narra la vida de esta familia, así como hechos históricos de la época, en especial del pueblo morisco bajo los reinados de los Reyes Católicos, Felipe II y Felipe III.
Este libro no pretende, ni mucho menos, ser un tratado de historia, pero sí que el autor ha conseguido de manera didáctica , apoyádose en valores universales, de dar a conocer las tragedias y martirios del pueblo morisco en Al-andalus; éso sí, con un lenguaje llano, con expresiones populares y accesibles a todo tipo de lector, pretendiendo que para el que desconoce esta parte de la historia, se pueda hacer de unos conocimientos básicos del pueblo morisco.