Este es el relato de Runak, una adolescente yazidí de catorce años que, tras escapar de la masacre perpetuada por un grupo terrorista en Sinjar (Irak) en 2014, debe aprender a sobrevivir en el campo de desplazados de Duhok, un mundo de lonas, cortes de agua, racionamiento de comida y, sobre todo, un lugar en pausa indefinida.
Dos mujeres contribuyen al desarrollo personal de Runak. La primera es Amira, psicopedagoga del campo que va liberando los miedos e inquietudes de la adolescente por medio del dibujo artístico. La otra es Viyan, una joven de dieciocho años de la que Runak necesita comprender por qué perdió el habla tras ser res-catada de los terroristas.
En un mundo rabiosamente competitivo y atroz, Lápices de Colores en la Ciudad de Plástico pretende dar voz a una cultura milenaria que pide ser tenida en cuenta por la comunidad internacional e invita a reflexionar sobre la solidaridad y la necesidad de comprender que no estar en la piel de alguien como Runak es simplemente una cuestión de azar.