El año 2020 será recordado como el año que nos cambió la vida, un tiempo de paralización de todo, de noticias alarmantes, de sueños incompletos, de cerrar puertas y vivir con lo justo, de la separación de los seres queridos, del trabajo desde casa, de los parques y colegios sin niños, de empresas cerradas, de días sin besos ni abrazos, de verdades y mentiras. Pero hay algo que nos ha unido a las 20:00 horas cada día, después de los aplausos a los sanitarios y profesionales que han estado trabajando y cuidando de la pandemia colectiva, algo que nos ha servido de distracción en la intimidad de nuestros hogares. Algo que ha
generado unidad y sonrisas para los más afectados. La música. Los músicos y las músicas nos han ayudado, y desde casa nos han ofrecido conciertos, grabaciones de canciones nuevas, colaboraciones entre ellos, encuentros con sus seguidores… y la música nos ha llegado para no irse, la música se queda.
La música de los balcones es una especie de recopilatorio musical, una lista de éxitos, de más de 250 temas musicales, en la que aparecen las principales canciones que han sonado durante la cuarentena provocada por el COVID-19. El autor ha reunido las canciones que nos han ayudado a superar el coronavirus durante el confinamiento y la desescalada. Canciones que también podemos aplicar en cualquier situación, en cualquier estado de ánimo o de salud. Desde el Resistiré, pasando por todos los nuevos temas creados por los músicos desde sus casas, hasta las versiones o adaptaciones de canciones conocidas. Es un
homenaje a la música y a sus intérpretes. Por una vez en la vida, todos hemos estado cantando las mismas canciones. «Ayúdame y te habré ayudado» (Los Secretos, Pero a tu lado). Salvemos la música. La música es vida.