A lo largo de la historia, muchas mujeres han dedicado sus esfuerzos a la investigación científica, logrando importantes avances sin los cuales nuestros conocimientos actuales serían notablemente más limitados. Esa es precisamente la senda que propone este libro: rescatar y visibilizar figuras femeninas que, pese a haber sido excluidas de la vida académica y de los debates presentes en la bibliografía influyente, participaron activamente en descubrimientos y aportaciones relevantes.
Sus logros se centran en una de las ramas menos conocidas de la botánica: las popularmente llamadas plantas sin flores, un conjunto diverso que abarca hongos, líquenes, algas y briófitas. Estos ejemplos evidencian que las barreras históricas impuestas al talento femenino no fueron más que prejuicios de género.
A través del contenido del libro se constata cómo el numeroso colectivo de mujeres que trabajó en esta rama científica constituyó los primeros peldaños de lo que hoy es una realidad reconocida e incontestable.