El libro podría definirse como una expresión de sentimientos y una declaración de intenciones. El autor no oculta su deseo de reivindicar la sencillez de las cosas y de las personas. Lo normal se convierte en extraordinario, y no tiene más remedio que rendirse a la humildad si quiere ser apreciado como tal.
Para él todo tiene vida y sentimientos. Lo mismo puede hablar con un pájaro que consolar a un árbol que ha sido talado. De vez en cuando aprovecha las pausas para crear una interacción con el lector. Metáforas y comparaciones intentan reforzar la narración para hacerla más amena, mezclando rimas y cadencias con la intención de conseguir un efecto de poesía invisible.
Fruto de sus estudios en la Facultad de Teología de Granada, aborda el tema de la Teología Dogmática, con teorías que harán reflexionar a más de uno. El autor se coloca en una doble perspectiva: como narrador y protagonista de la historia que describe. Una narración autobiográfica en la que juega con la realidad y la ficción; sólo sus protagonistas podrían distinguirlas, aunque, a decir verdad, casi todo es realidad.